Ego en Alpha

miércoles, 10 de septiembre de 2008 en 13:29
En términos reales escribir una autobiografía es bastante complejo y subjetivo. Por qué digo esto, es simple, mi punto de vista es variable y una biografía hoy día no será la misma mañana, ni tampoco a los 15 que a los 40 años, por lo tanto, sostengo que no creo en éstas, aunque me agradan, de todos modos, soy capaz de afirmar que es como querer atrapar la neblina con la mano o capturar un misterio en una biblioteca.

He podido cerciorarme, que nací con dotes naturales y tengo la capacidad de aliviar cualquier dolor humano, incluso los que no tienen curación. Mi nombre no lo puedo decir porque es demasiado raro, suena mal a los oídos y no tiene traducción por lo menos en las lenguas conocidas.

Soy casi irreal por lo que he dicho antes. Jamás he sentido inseguridad, timidez o miedo. Mis padres son seres transfigurados y luminosos que sólo vi desde unas probetas en que estaban depositadas mis primeras células. Ellos eran completamente rojos y morados en las manos, supongo que es por la gran energía que poseen y que hace posible que puedan elevar y ascender la capacidad espiritual y emocional de quienes se les acercan.

También, es importante dejar establecido que por este tipo de padres tan extraordinarios que estuvo junto a mí toda mi niñez, nunca supe ni por atisbo lo que era un trauma ni menos sufrí alguna herida de ningún tipo, no estaba encerrado en ninguna burbuja, pero yo llegué muy bien preparado. He de decir, que en cuanto a cosas materiales, aunque no era algo que me quitara el sueño, porque todo se destruye, gocé de juguetes transportadores como bicicletas voladoras y discos parlantes de música sensitiva y extrasensorial que aumentaba la inteligencia. Corría el año 2050 y mi abuelito me contaba mientras bebía su mate criollo, que él cuando era un niño de doce años jugaba al pókemon y que éste era un juego que inició la serie de juegos solitarios en computador.

Mi primera polola, me quiso a mí solamente y jamás sentí celos de mi hermano o de mi mejor amigo, pese a que eran auténticas personalidades empáticas y de físico apolíneo, debe ser porque yo soy extraordinariamente bello y mi interior también lo es, dado que no doy cabida a la envidia, porque el color verde que produce es demasiado afeante. No quiero decir con esto, que en mí existen rasgos de vanidad, definitivamente no puedo describirlo así, porque se trata solamente de guardar cierto amor a la estética. De tal modo, que al no contabilizar ninguna frustración o pecado, esto último, que es conducta errática que va en contra de uno, según el cristianismo, siempre he estado contento. Sólo hablo de mi vida en estas líneas, el resto sería tema de otro documento.

El aula educativa ha sido mi mejor amiga, donde he aprendido gran parte de mis altos conocimientos.

Mis padres se apoyan en forma permanente en Mí porque estoy capacitado para hacerlo. Ellos, nunca me acomplejaron ni me dijeron una palabra errada que pudiera siquiera herirme someramente, las correcciones las hacían sutilmente y sin abuso de poder. Tampoco, me forzaron a realizar actos domésticos, bueno ya estaban las “nanas manos libres”, porque interiormente habían percibido que su hijo era un ser superior que ayudaría en la evolución humana para que ésta al fin evolucionara, no tanto en lo científico y tecnológico, sino en lo humanitario, antes que desaparezca por la estupidez que pobla tanto los sistemas mentales como gubernamentales. De tal forma, que estoy dirigiendo íntegramente mi sensibilidad a captar y capturar a aquellos asesinos de las intergalaxias, mis circuitos de silicio y plutonio me lo permiten.




Camino a Nonguén, 12 de Octubre 2001.

El Diccionario ruso

sábado, 30 de agosto de 2008 en 20:43

No estoy segura si es ese el bus que me llevará a Yerbas Buenas, ya son las diez de la noche, creo que me queda muy poco tiempo en este país, cada vez deseo más irme a Rusia, en la última carta insisten en la necesidad de que demos a conocer la Congregación allí, tengo que aprender pronto el idioma, voy muy lento.

¿Qué querrá este hombre? ¡no, no necesito que me limpie, por Dios que amable y ahora quiere que me saque el impermeable, espere un poco, déjeme sacarme la mochila, ¿cómo me manché, no me di cuenta que llevaba una mancha. Estaba bien, aquí está, parece buen hombre, demasiado atento, algo raro...


Costó conseguirme el diccionario, pero me será tremendamente útil, es difícil no usar dinero, pero se puede lograr, no quiero que pase por mis manos ni por un peso, mi objetivo es la pobreza y el despojamiento total, si no lo practico en forma radical nadie creerá que es posible. Piensan que la Providencia es una palabra pero, yo la palpo a cada momento con tus delicadezas Señor, tu preocupación constante por tus pobrecitas, no hay mayor placer para mí que estar contigo Señor y sentir tu luminosa presencia, eres la plenitud.


¡OH! mi diccionario...no lo encuentro, tampoco está mi agenda con direcciones de todo el mundo, no debo lamentarlo, no debo apegarme a nada, pero será muy difícil conseguirlos de nuevo. ¿De dónde habrán sacado que andamos con dólares?. Nunca pensé que un Terminal de Buses fuese un lugar de riesgo, en mi país no ocurre esto, se me olvida que estoy en Chile.


- ¡Oye Rulo! Consíguete algo mejor será, en vez de estar “echao” “aí”, ya no aguanto más la “gritaera” de los chiquillos por que no les tengo “comía”. El “perla” va a seguir cesante; si es pura flojera oh, trabajo a tu pinta vái a encontrar el 2010. Al primer jetón o jetona que pillís, siempre que no sea curita ni monja, vís que la Iglesia de la “pobla” “se pone” con “nohotros”, son tan re´locos que quieren parecerse a “nohotros”, siendo que ellos tienen güen mate y son de familias cuicas. Aemás los pué caer más desgracia Rulo, ¿me oyiste?

- Mira Patoja e´mierda, ¡deja de fregarme! Saís que cuando me aprietan las tripas no soy na´e fijao con el “cliente” o la “clienta”.

- ¡UFFF! Me cansé tanto correrla, pero no costó na´el traajo con la flaca de polleras largas. ¿Quéé? ¡no tiene ni un solo dólar y este libro y esta porquería ¿para qué me sirven por la chucha?

MILLANTUY Y COBQUECU

en 20:40






¡Juana! Ya pues, ¿qué te pasa?, me asustái negra ¡despierta! NEGRA, dijo Manuela, la cocinera de una casa de un Barrio Residencial de Temuco, eran las 8:00 en punto del día sábado.
---------------------------------------------------

Para Millantuy era posible penetrar en ese mundo nocturno, tan verdadero, quizás más que éste que solía presentarse ahíto de sufrimientos y prohibiciones, como el no poder contemplar a aquel que tenía bajo hechizo de amor, porque las tribus continuarían por largo tiempo en antagonía. Tenía que verlo, en esta vida o en otra.


Decidió visitarle una de esas noches en que el sueño se acerca aprisionando la cabeza con una embriaguez parecida a la que provoca esa agua picante que trajeron los “hombres caballos”. No correría riesgos, pues nadie la vería desplazarse por la tierra llana ni por la selva, a menos que alguien como ella transitara por esos estados exactamente el mismo día. Estaba segura que no, porque cada vez que defendía su convicción ante los miembros de la tribu, todas la contradecían. Recordaba bien que su abuelo Manquecura les contaba que si alguien se atrevía a cruzar “la barrera”, su espíritu podría quedar engarzado con otro y no retornaría. La encontrarían helada, pero no lo estaría, suponiendo que hallara al objeto de su desvelo, ardería por los cuatro costados, como la gran fogata que se prepara para celebrar las fiestas de los dioses protectores. Iba a estar en plena contemplación de aquellos ojos oscuros y envolventes que la habían encadenado, desde que se conocieran en el fondo del mar mientras buceaban y luego en esa cita en la copa del árbol tupido que colindaba con el río, donde comenzaba la vegetación desconocida. Por eso seguiría su deseo, ¿acaso los animales no lo hacen? Eso era vivir. El esperar era una imitación de la vida, que esperaran los cobardes.


Se incorporó de su espíritu y concentróse intensamente en el segundo sueño que es el más profundo, en tanto le acogió su camastro de hojas, cálido nido donde hacía un hito de los menesteres que la esperaban cada vez que salía el sol☼.


El nativo, Cobquecú, al verla llegar no mostró ni el más leve signo de sorpresa, como si acabara recién de verla. Presentaba un aspecto apesadumbrado, deteriorado, la cicatriz de la flecha que lo había herido gravemente por estar con la niña de los beligerantes, ya estaba sana, pero cierta tristeza o debilidad opacaba sus gestos. No la veía. Tenía la insensibilidad de la piedra, como si una montaña les separara.

- ¡¡Cobquecú!! Soy yo, Millantuy, la de las trenzas suaves, estoy aquí, tócame. Cobquecú permaneció sin responder. Millantuy empezó a sentir sobre sus hombros un peso muy grande, como cuando debía trasladar los tiestos de agua desde el arroyo, su paciencia menguó y paulatinamente se trocó en desesperación, al ver que todas sus acciones caían al vacío sin lograr atraerlo. Ni siquiera podía contarle la tremenda impresión recién vivida donde había cruzado por lugares iguales a la cueva del murciélago.


- ¡Cobquecú! –insistió- pude ver parejas de amantes que al igual que nosotros se han unido en este mundo. Todo aquello que no se puede hacer y mantenemos aprisionado, “aquí, sí se puede hacer”.

Un vago sentido del tiempo la hizo recobrarse, momento en que le ofreció el recurso materno de amamantarlo, descubrió su pecho canela muy lentamente a la vez que sentía como si le tirasen la saya, retrotrayéndola a una luz que le hería los ojos con dureza, agregábase a esto una nítida sensación que queda de los sueños auténticos, de estar bien, de no ser culpable. Sólo entonces, sintió el calor de sus manos grandes y fuertes estrechando uno a uno sus dedos, ensamblándose, pero en el momento en que resbalaba de sus labios la palabra mágica de reconocimiento, sus cuerpos fusionados resbalaron hacia la noche oscura del bosque, ofreciendo el lecho antiguo de las hojas húmedas y cómplices, las que no podían advertirles que dos ojos, al mismo tiempo que dos flechas les observaban detrás de los árboles milenarios.



Por más que Manuela tironeara a Juana, no despertaba y no le quedó más solución que comunicarle a la patrona que su compañera no se movía y estaba muy fría.

Aroma a Flaño

en 20:34

Aroma a Flaño


La nostalgia llegó ese día de supermercado al ver aquella silueta, el rostro adusto, la vida distante y aquellos sentimientos interpuestos que como galaxias de tiempo transcurrido confirmaba la frase “es tan corto el amor”*. Una brisa pretérita debió golpearme porque deseé con fuerza verle...y como si ese anhelo contuviera una energía mágica o premonitoria, en pocos minutos estaba allí, como si su aura buscase la mía, aunque él no lo supiera, ni menos lo deseara; le acompañaba una mujer de pelo tinturado, leve papada, ojos de sapo; él imponente belleza masculina que aumenta con los años.

Desde algún recodo mental escuché “por que te quiero a ti, por que te quiero, dejé los montes y me vine al mar”. Mientras cruzábamos los cerros de Talcahuano, abrazados apenas, delatando minúsculamente la atracción colegial, pero ningún tema en común, en su lugar un silencio rodeado de temores, atrasaba el deseo de besarse, porque es la primera vez, entonces se instala la vacilación, te quiero y me resisto, no te quiero, no te voy a dar ese gusto, puedo arrepentirme y luego el pudor impregna el aire mientras el uniforme se rigidiza. De todos modos, ambos o uno de ellos vislumbra y palpa que este momento es un hito en la historia individual.

El banco de la plaza se aburre de esperar una conversación animada y juvenil, no hay preguntas;
sin embargo, él está ahí, le comunica su paz; ella no entiende, se aburre, los ojos de él se agrandan al mirarla, ella se mueve inquieta, no asimila bien la energía que él le entrega, tampoco alcanza a interpretar los signos de esa mirada, la timidez es unas tijeras que los desune a cada instante. Corren los años 70, es el hombre el que toma la iniciativa, su aroma a Flaño la envuelve, le mira las pecas, una por una, cada una de ellas es un sueño que tendrá con él en el futuro, cuando al declinar el cuerpo, surgen en el cerebro partes de la juventud como destellos felices en que será sin embargo, una pieza perdida de un rompecabezas.


Paseo del colegio, fin de año, él se sienta frente al mar, solitario; lo observas lejano, a propósito para que te acerques o acaso es realmente lo que aparenta, un solitario, como solitaria es la adolescencia, ese sufrir solo en el universo, colgando en el espacio totalmente negro.

Quieres estar con él, mirar el brillo del agua donde puedas contemplar sus pensamientos reflejados para conocerlo al fin, pero tu orgullo o quizás qué cosa, cuesta definir las cosas que sientes, el mundo es un cúmulo de sensaciones que te atosigan y no alcanzas a asimilarlas todas, esto se te traduce en miles de espinillas que te afean, tornándote eternamente insegura, entonces te frenas y desde lejos dejas a la arena, al mar que te lo usurpe, te
quedas con tus amigas, al fin y al cabo tú eres “independiente” y “los demás”, los demás son esa tremenda barrera que te hace mantener distancia, esos mismos que en el futuro cuando te vean sufrir callada no cooperarán a la reconciliación. O fue él, tal vez, que le dijo que no quería nada contigo; suena en tus oídos la canción en la que te mandó un claro mensaje ”no quiero compasión, quiero amor sincero, tú y tu indiferencia, lograron alejarme, no quiero compasión”.***


Miro su amplia espalda y aquellas largas piernas que se alejan, empujando el carro de víveres, cesa mi retrospección al darme cuenta que los niños me gritan desde el sector de las galletas, mi marido con su habitual paciencia, ya tiene todo listo, incluida la comida para el perro, está acostumbrado a cierta distracción característica de su cónyuge, especialmente cuando se trata de comida.



Cree que no la vi, está bien, un poco avejentada, pero interesante, cuánto me hizo sufrir, cercenó el amor, cercenó todas mis intenciones, en realidad no la olvidé; creo que nunca la voy a olvidar, sólo necesitaba una mujer menos lacónica; amaba sus ojos almendrados llenos de misterio, su sonrisa exquisita, su pelo oscuro de tahitiana, cintura pequeña tenía, la amé mucho; fue la primera a la que me atreví a hablarle, pero me hizo sentir estúpido, hasta que la Eli tomó la iniciativa y me dejé llevar por ella, hasta que nos casamos. Lo que no me explico (quizás nunca me quiso), es por qué aún la veo en mis laberintos nocturnos y estamos reconciliados (no supe nada exacto de ella); al fin nos miramos de nuevo con calidez, nunca la vi con nadie en ese tiempo, pero ella no me quería. Una voz imperativa lo saca de sus pensamientos:

-René, Renée, ¡qué te pàsa!!

- Nada Eli, estaba sacando cuentas mentalmente.

- Haz el cheque! El carro está listo.
-----------------------

* verso de un poema de P: Neruda

** Canción de Joan Manuel SERRAT

*** Canción de un conjunto musical español, años setenta.

INFINITA CLARA

en 20:32

No podía ser que le diera espacio a esa congoja tan acentuada, como cuando se despide en el andén a alguien muy querido y se reprime el llanto hasta que se ha marchado.

Clara se consideraba lectora empedernida. El libro le había cautivado quizás más que otros, por ese sentimentalismo casi femenino del poeta y por lo mismo al leerlo sintió que parte de su ser estaba ahí. Sin embargo, le parecía a ratos exagerado, le sobrepasaba su propia sensibilidad, hasta llegar a lo empalagoso. Libro reliquia, amarillento, tal vez de edición única.

Disfrutó la obra a solas, como suele hacerse. Asistió a un Club Privado y la llevó, almorzó en su compañía. Tuvo que ausentarse de la ciudad en varias ocasiones pero, lo incluía en cada viaje. Antes de dormir eran unas líneas del volumen que la tranquilizaban para conducirla suavemente a un estado de descanso perfecto. Al despertar era una acicate, un estímulo que la hacía saltar con agilidad desconocida de la cama, antes de ir a sus clases en el Liceo de Niñas de Concepción.

El texto en sí no contaba grandes maravillas, todo era conocido, ahondó en las penurias, pequeños logros literarios, la llegada lenta del éxito, observaciones y reflexiones que apuntaba en sus paseos por Europa, las cartas que enviaba a su esposa, Clara Rilke, desde el año 1902 adelante, otras dirigidas a Rodin, el escultor, al pintor Zuloaga, a gente notable de la época.

Expiró el plazo del préstamo del libro, con desazón lo devolvió, como si tuviera pendiente fotocopiar algo importante y que nunca más encontraría, o bien anotar las páginas a su entender, relevantes o finalmente, obviando la carestía y la dificultad de encontrar una edición como esa, buscar el ejemplar en el comercio y comprarlo. En todas estas cavilaciones demoró más de la cuenta en la entrega.

Esa noche sintió un vacío. No extrañaba la trama entretenida, como ocurre con las novelas que hacen olvidar completamente todo, hasta que llega el momento de volver a la realidad y se hace imperativo aprehender de nuevo el yo. No, era un curioso sentimiento de pesar, de extrañar a alguien con quien se ha sintonizado perfectamente, una sensación indefinible de paz muy cercana a la felicidad beatífica. Lo que sentía ahora, le provocaba un agudo desacomodo espiritual, un desajuste, como cuando nos falta una o dos piezas para completar el puzzle más fácil.

Ese alguien o ese algo inefable, inasible, estaba mudo como un fantasma, muerto de nuevo, aunque por razones de este mundo no podía ir a recuperarlo y le sobrevino una acentuada aflicción. Buscó la ventana con inquietud y miró el cielo, luego divisó entre los árboles más allá del horizonte, el infinito, donde ella, Clara Rilke, extrañaba a RAINIER y esperaba que la ventana le anunciara en cualquier momento la llegada del tren que venía desde la costa de Europa.

Ella, La Maja

sábado, 19 de julio de 2008 en 17:15

Para ti
mi casa la construí con puertas fáciles,
sólo mueves un biombo de flores
y pasas.
Te diriges al cuarto que te apetezca,
La ventana que te saludará es amplia.

También es para ti.
Desde allí contemplarás el paisaje más hermoso que recuerdes.


El sillón mullido te hará señas
y te envolverá tibiamente como mujer perfumada y felina,
te invitará a recordar algún momento sensual,
te invitará a leer o lo que quieras,
allí está para ti

luego si deseas comer algo
lo que no te hace daño está en mi cocina
compuesta de vegetales como en una selva
estiras la mano y tienes la fruta
tienes el pan
cultivado por mí
amasado por mí
para ti.

Ahora si deseas dormir o escuchar música
nuestros gustos son similares.

El dormitorio está plagado de estrellas matutinas y nocturnas,
la luna más esplendorosa te espera
y si no deseas nada de aquello
cierras la cortina pesadamente oscura de la noche,
la paz sobrevendrá a esta pieza de meditación y extravíos amorosos
en un sueño profundo y reconfortante como el de un niño acariciará tus sienes.

El baño
aunque la austeridad es mi sello
he dejado jabones exóticos y sales aromáticas por si deseas bañarte,
y toallas muy suaves para esa piel que cubre lo mío.

hay cuatro llaves
agua de mar,
agua de la tierra,
de vertientes andinas
y cataratas australes.

El patio
está lleno de árboles frondosos,
sacados de ese cuento que leías en tu niñez,
de quintas que soñaste con producir,
pobladas de flores y pájaros.

Hay silencio, una pileta pequeña, arrullo y ruidos
por doquier si lo deseas,
es para ti.
Disculpa,
Voy a estar ausente,
Mi presencia estará no sé exactamente en que sueño
pero éste, te lo regalo.

Ah, se me olvidaba
las paredes,
encontrarás pinturas, homenajes a tu obra
y algunas fotos de mi rostro
que te gustó alguna vez.

Otra cosa,
si sientes soledad
no tienes más que desearlo
y vendrá a hacerte compañía,
ella
La Maja..

Trenes sin estación

en 17:11



No hay.
No existe más que el amor que se puede escribir.
Para vivirlo se expande el universo
ante tu paisaje
ante los fuegos, esos dos fuegos
ante tu estatura.
Es tuya tu figura pero ahora me pertenece
tomo posesión de tu territorio amor.
Te tomo al amarte ahora
cuando los trenes han quedado sin estación
y sólo hay un lamento de árboles latiendo.




El río baja hacia la oscuridad de la noche
así como mi sangre
hacia tu molécula más íntima
que te mueve hacia mi
como planta sedienta.



Frenos pondré
no resultan al restallar las estrellas
y las cosquillas que guarda mi falda
no puedo olvidar que mañana no existiremos
y que quedará de la inmanencia del tiempo?
en que tuvimos en la mano todas las respuestas
al por qué estamos aquí.


La realidad fugaz y esquiva
como un sueño que no alcanzo
me dice que tú eres en esos caminos solitarios
el abrigo, el puente,
el contacto con el cielo,
en que yo mínima y oscura
busco a ciegas una salida
pero me dejas sola
y no hay nada que repare tu ausencia.

La poesía provoca

en 17:02

La poesía provoca hambre.
Algunos conocieron al poeta que vivía sin comer
la poesía lo mató,
enderezaba vientos.
Otros conocieron al poeta que en plena dictadura
reclamaba sueldo.
lo declararon loco, más bien recibió bofetadas de sorna e indiferencia.

Otros me conocieron a mí
que no tengo sueldo, no como,
y sigo la faena de ayudar a enderezar el viento.

Alquiler

en 16:53
Vendí mi mente
mis manos
mis pasos.
La selva de inversión se tragó todo
quedé transformada en cemento y número
mis sueños reclamaban desde las ventanas
agitaban pañuelos desde su territorio marginal.
Pero no pude volver atrás
había vendido mis pasos.
Miré y todavía brillaba algo en mis manos callosas.

La Virgen se oculta en las calles

en 16:50

Virgen de las esquinas
R. por N.
Virgen de la calle vieja y sucia
R. por N.
Virgen de las mujeres golpeadas
R. por N.
Virgen de las mujeres mal amadas
R. por N.
Virgen de las mujeres ingenuas
R. por N.
Virgen de los marginados
R. por N.
Virgen de los niños expulsados a la calle
R. por N.
Virgen de los esquizoides
R. por N.
Virgen de la gama de neuróticos y sicóticos
R. por N.
Virgen de los ateos
R. por N.
Virgen de los apáticos
R. por N.
Santos de la calle

Santos indigentes
Rueguen por nosotros.

Autorretrato

en 16:48

Un astronauta
lleva un abanico japonés
el sol de primavera bajo las bungavilias
recorre en bicicleta antigua aquel magnolio de Julio
para plantar una flor de maravilla.
Un pez anhelante de corales rosa
sueña con vivir en un zapato viejo
pero esa lágrima sin derramar
en el ojo amante
con pincel cromático
es pieza iluminada de voces serenas
en ambiente de terciopelo se instalan un plato de madera y una taza de greda.

Astrigente para recuperar la calma

en 16:34
Astrigente para recuperar la calma

Al fin se atrevió

A caminar sin cabeza

es cómodo y liberador

aunque es triste verle allí en la esquina

embrollándose con sus atados de sueños

faroles de amor

entre terrenales y místicos

bailándole encima

en el intento fatal

en el intento universal de evolucionar

para terminar con espanto

en configurar la visión de una araña

que teje siempre lo mismo.



Del libro inédito ">“Pisadas en la arena”, 1992-1997

Sólo hay un día

en 16:31




Solo hay un día en que tropiezo con la palabra nosotros.
acude torrentosa como manantial detenido largo tiempo
abraza como esporas.

Multiplíca ese espacio clandestino en que no hay poder ni posesión
sólo la palabra
donde la libertad peregrina se detiene a curiosear
en medio de algún libro antiguo
del que se precipitan flores secas, libros sin escribir,
mientras el reloj asustado hostiga y aguarda el minuto de interrupción más honda que desbarata esa palabra con el desparpajo de la muerte.

El Juego de Venus

en 16:30

EL JUEGO DE VENUS


El golpe de la sangre, el latido acelerado, muchas gaviotas han emprendido el vuelo.

El cielo se despeja de nubes, las ropas caen, el amor largo tiempo contenido
es abrazo intenso que no abarcará nunca lo que tiene que abarcar.

Se enfría el viento, siguen cayendo las hojas, los árboles lagrimean,
Venus arranca de uno de los dos corazones, bromea como siempre, desde ese momento el encuentro se torna insípido.
Venus ríe juguetona desde lejos.

Poema para el Café y otros aditivos

en 15:58

POEMA PARA EL Café
y otros aditivos

1

El café suple algo que me falta.
No sé si es la costumbre de tener el ánimo arriba de un árbol
o es que posee algo de amistad cálida que me recorre la médula.
Acaso reemplaza algún tejido cerebral que se extravió
en la preocupación de turno y
trata de reconfortarme sublimando amores inconclusos
gravitantes en los ávidos recodos del viento.
No lo sé, pero
reconozco alguna energía de bastón más o menos dañino,
que hace por mí lo suficiente como para perdonarle su tóxico veneno.





2


El hastío suele introducirse por mis faldas
después de transitar en alguien más cansado que lo ha dejado flotando
a la espera de una distraída sin defensa
se cuela silencioso y transparente como un virus y lo intenta todo
para cruzar las capas de esta existencia y lograr que renuncie al mundo para dejarlo a otros que verdaderamente merezcan quedarse,
entonces mi mano vacilante abre el estante y detestando las drogas ingiero
un tapsin período.

Desayuno (dedicado a R.E.M.A)

en 15:00
El tintineo de la cuchara es música leve
anuncio de su presencia.
Lentamente,
sus manos, como sus pasos
se mueven y despejan cortinas, horas y silencios.

El milagro de sus ojos nonagenarios
contemplan sorprendidos otro día.
Su cuerpo absorbe sol del té
la vida acontece iluminada
esa palabra insiste
en su materia presente durando.

Y antes que arranque mis ojos de lluvia
estampo dudas y certezas de la presencia de luz ignorada.

El desayuno
momento único nunca repetido
en que aún escucho los sonidos amados
preciso como minuteros del reloj
mi labor cumbre es sellar este día en que no se apagarán.

Porque la poesía sirve para algo
como triturar rutinas y buscar verdades,
aunque esta búsqueda sea el intento colosal
de capturar trofeos de neblina
asiendo con las manos ávidas esculturas de arena.

Así y todo
Madre hoy eres eterna en este poema
antes que te vayas, antes o después de mí.


San Pedro de la Paz, 3 de Julio 2007.

El día que me convertí en guitarra

en 14:56

El día que me convertí en guitarra
exhalé un sonido ajeno a lo terrenal
altísimo y potente que despertó ángeles y algunos demonios.

El día que me convertí en guitarra
alcé mi diminuto cuerpo
fuera de este mundo como un cohete lunar.

El día que me convertí en guitarra
los dedos musicales
se posaron en las cuerdas y fueron despertando notas como quien despierta volcanes acallados por largo tiempo.

El día que me convertí en guitarra
sos dedos musicales se posaron en mis tensas cuerdas
y arrancaron música apasionada de fuego abrasador.

El día que me convertí en guitarra
supe que para sonar bien,
el pulsador tiene que ser delicado, experto, intuitivo,
para convertirnos en un dúo único.

Porque ese día, la guitarra, las notas, los dedos se hicieron música de confines que alcanzaron el oído de los esquimales
y sin que mediara espera como sólo puede hacerlo la música,
atravesaron profundas aguas hasta llegar a los últimos onas y alacalufes.

(La sombra interna intenta lo suyo)

en 14:53



La lluvia desde adentro amenaza.
No hay por qué
algunos días
no hay verdad ni mentira
sólo el silencio blanco
que viene hacia mí
hasta aturdirme
en sueños amenaza matarme
y que puedo hacer
esperar el siguiente turno.

Entonces dejo de ser agradecido
y me convierto en algo informe
fatuo y estúpido.
La congoja me coge con sus manos que sofocan
cierta pena marcha insegura desde lugares que desconozco
y vienen para reventarme
un poco más, un poco más

La noche avanza con sus lupas de plata
busca corazones solitarios
y los imanta para sí.
de ellos se alimenta
y se dice no romántica
y que pasará después
cómo puedo saberlo
solo sé que estoy embargada de vida
y de mil soles que se agitan
de vientos y retruécanos sin sentido
y mi brújula cada vez la entiendo menos
se va envuelta en luces fatuas
en letreros luminosos que dejé de ver hace mucho tiempo.
Busco en la montaña el silencio
que informe algo de mí
algo de lo aprendido
y no avanzo, al contrario
me siento cada vez más confusa
más perdida más extraña,
no soy de aquí, sólo estaré un tiempo.
Siento que he perdido algo y lo tengo todo
que calma llega después del cansancio.
No hay serenidad si no ha habido perturbación

No cabe más en este momento
está ahíto de instantes y puede estallar
no quiero irme en ese estallido
pero sería armonioso

Hoy temo dormir, tal vez sea la última vez.

Qué pasa por dentro, cómo entender que soy
qué hay en mi!!

Algo se mueve, algo está vivo
soy yo y no me doy cuenta
que sí, que estoy viva
tomo conciencia que soy un universo
y que en mí están todas las respuestas
todos los paraísos y los infiernos
sumergidos en mis venas

Y quisiera saber
Y quisiera saber

Poema rescatado del polvo tiempo del tiempo olvido

en 14:29
Cuando el mediodía arrancó de mis brazos

zarparon besos hacia la claridad del arco iris.

Aún así,

La gotera triste continuó

y

aunque

llega desde muy lejos el ruido de ese tren nocturno

que lleva equipajes de sueños a medias,

te dejaré ir con mi felicidad a cuestas.


Mi vida no te olvidará,

por eso

he preferido el triste amanecer

a la claridad mortecina de tus ojos.

Oh! Cuán frágil la vida como los sentimientos.

Y la gotera no cesa

haciéndome recordar que algún día ya no recordaré

aquellos recuerdos.


Escrito mucho tiempo atrás, rescatado febrero 2007.

Serie fakires 2

en 12:12

SERIE FAKIRES, parte 2

La vida es flaca

Es larga y tiene los bolsillos rotos

Por ahí escapa en cuanto puede la felicidad

En búsqueda de su eterna amiga

El libre albedrío

La libertad.

La vida es flaca

Tiene los bolsillos rotos.

Hazte la lesa no más,

Planta plantéate

Con botas relucientes

De cargas escuálidas,

Con baterías inéditas,

Franquea puertas,

Come chalinas azules

Absorbe asteriscos íntegros

Puerco espines del aire

Rollizo bolsón del viento

Cuadros abstinentes abstente

Magras allende el mar

Mugres allende el polen

Resurge la infiltración de poder

De cacarear como quieras

Incluso como mujer

No es grato, es existente

Y excitante.

Soplo a veces la oreja

La gran oreja cósmica

La que escucha aquel artista musical

Captando el sonido que iba de la mano del viento número catorce

El que aprieta la garganta del aire

El aire funciona siempre

No se agota, sólo se ensucia,

De gente, de máquinas.

El aire envejece gracias a uno

uno rejuvenece gracias al aire

Energía emerge de mí como de un tobogán, rápido plácido,

Elegante, discretamente taciturno

La melancolía se cuela por los hoyos del ¤.

por la putrefacción de las esquinas

instaladas en la noche drogadicta

que gusta de tragar sangre joven,

absorbiendo sueños de niños,

de tratamientos craneales,

de protuberancias absortas en la idea

en la noche recogida en moños estelares,

en seculares libros amarillos,

en bibliotecas mortecinas de relojes.

De manos insólitas buscando barcos hechizados de horizontes,

Flaquean las piernas en el muelle delirante,

Tras el navegante arcaico.

Cogen sutiles cartas ahítas de tiempo y camino, robando aventuras

A islas temerosas,

A coyotes empujados al abismo

Despedazados en rocas marinas,

Muertos en acantilados nocturnos,

Rotos los bolsillos enfrenta rostros neutros,

Que sigilosos vuelven los párpados

Hacia la luz victoriosa

Mientras lunas oscuras cargan las espaldas insolentes

Rogando para que no se muevan las serpentinas del caos.

Enrolladas las cortinas del teatro

Cupen miles de calcetines en algunos hoyos del agujero inventado.

En cuanto se puede se pasa este vertiginoso alud de remezones,

De nubarrones costilares, coscolares, rubilidantes, aciditantes,

Más que inquisiquietante.

Días agrietados por la pudrición del ambiente,

por la costra inmediata de la madera,

Urge iniciar plegarias y abrir cortinas de colores,

Furiosas tonalidades que intimiden la tristeza, la soledad pedida.

Urge soñar en tutelares pirámides en que todo converge

a la unidad armónica universal,

En que la música es superior, en que gana siempre la luz.

Urge esperanza hasta las cavidades más negras de los túneles individuales,

De los hoyos negros del corazón.

Urge vivir de verdad y no a medias,

Desenrollando latidos emocionados, latentes estupores y asombros,

Donde el prado, el mar sean tan benignos como se ven,

Las montañas se puedan montar tan fácil como se ven.

Es bueno tomar aviones rumbo al deseo al fin encontrado.

Es bueno escuchar noticias distintas que hablen de algo que no sea de fracaso social,

que no sea desgracia individual.

Es bueno inventar televisores ingenuos y poéticos en que podamos asumir

Un pequeño grado de felicidad estelar y gótica.

Es bueno recibir cartas con rayas de colores que traigan un aroma africano

o guatemalteco, donde te anuncien tu renuncia a la frustración,

tu ascensión a la capacidad mayor de quererte un poco más cada día.

Cabe en las manos lluvias de plata,

El smog desalojado de los pulmones se retira al abismo para no dañar.

Cabe en las manos millones de dudas que vuelven el rostro hacia esferas cargadas de casualidades,

en las que mis zapatos pasean libremente por costaneras de luz y ¤,

en que el ¤ se toma de tu mano y susurra una calidez desconocida.

Cabe en las manos cúmulos inertes de esperanzas rotas que no se cansan de esperar resurrección en el próximo aliento de la línea transversal del trópico.

Cabe en las manos todos los tropiezos que enseñan a vivir,

Aunque se sufra una larga espera y un desencanto

frente al mar frío y oscuro.

Cabe en las manos todo lo que tú quieras, todo lo que quieras y querrías para siempre,

Siempre y cuando acuerdes conmigo en que

Cabe en las manos aquello que deseas

Siempre y cuando te atrevas a escribir

cuando una parte te dice no y otra sí, como siempre,

Siempre que quieras.

Serie faquires 1

en 12:09

Serie faquires

Ritos en que me derrito

Faquir de guata,

Carga de plumas

Comiendo avellanas sin pelar,

Carrocería armada

Benz ven

Carga descargada

Herrumbre en la lumbre

Pelícanos en una película

El té es tuyo

Te digo es tu té, punto.

Ya se sabe, la vida es corta,

Más parece una torta

Come lo que no debe

Lengua lesa y prisionera

La casa se hace prisionera

De sus hábitos y ruidos

La vida es larga

Cuando resulta amarga

No bebas ese veneno

Lengua torpe y lesa

Puede edificar mucha felicidad

O toda la infelicidad.

Las llamas se apagan acomplejadas

Han divisado las estrellas

Réquiem a las llamas

La casa parte volando

Hacia un paisaje ilusionado

Las fechas avanzan atléticas

Réquiem a las deudas

Rompe la cadera del mar

Ruge el animal que hay en el viento.

Faquir de punta

Irrumpen costras de antiguas heridas

Raras aves sobrevuelan el espíritu

Calcinados sueños publicaré mañana

Colas de burro en mi pasado reciente

Colas de pavo en mi pasado antiguo

Filosóficas flaquezas de la estirpe.

Prometeo y sus monstruos

Hamlet y sus monstruos dentro de Hamlet

Huye de tus enemigos

Imposible si eres tú mismo

Tu mejor enemigo eres tú mismo

Tu ayudante y manager

Los fracasos te los fabrica tu enemigo

Detéctalo a tiempo

A aquel que te observa en el espejo.

Cenizas es una bonita palabra

Maquillada para hacer morir la primavera

Y sacrifican poetas torrenciales

Que buscan dormir en el Olimpo

Nunca les creas a los literatos

Son más mentirosos que los empresarios

Lo único que es auténtico, la belleza

Ésta gotea desde el árbol de cristal

De la intuición y la destreza del pensamiento

Es un juego serio jugar

A unir palabras poseedoras de existencia y gotas de verdad.

La vejez empieza como el invierno

Se niega a retirar sus tentáculos de agua

Se zambulle en uno y pasea

La derribo con una escoba de dinamita

La ofendo y agredo y permanece inconmovible

La hago dormir, pero sólo cierra un ojo

La aplasto y se levanta mil veces

La derrito al fuego y reaparece en una esquina sonriendo

La elimino pero hago lo mismo conmigo.

Qué figura en tu infancia

No es caso un tren proscrito por el viento

Un diario de vida atosigado de rutina

Un par de alas cortadas antes de nacer

Qué figura en tu infancia

Si no es un juguete sucio y pequeño

Una puerta sin pintar, un baño de hoyo

Una gotera, que insiste en asustar los cuentos más bellos y solitarios

Qué hay en tu infancia que sea digno

Una madre dulce, un pan dulce

Un delantal blanco con vuelos, una revista Walt Disney

Una ventana de confites, una piedra gigante

Un juego sin amigos

Un recuerdo vacío e ingrato

Un deseo de no volver más que a la pureza,

Sólo a ella, a mi madre, pero no al espacio.

El sueño aturde mis manos

La casa me cae encima, cansada

Las células tratan de cerrarme los ojos

El lápiz se detiene curioso

Cavan los latidos mis energías

Bambolean mis neuronas inertes

Cierran el paso a los circuitos

Mis órdenes son aplazadas

Algo reclama libertad

Algo reclama soltura y almohada

Mientras la lluvia continúa su mandato

Humedecer la tierra hasta que calme su sed de ebria

lluvia insensata y plañidera.

Algún indio es llorado

Alguna montaña fue destruida

Por eso las nubes están de duelo

Hasta deshacerse y desaparecer

Rápidos sonidos cabalgan la noche

Curiosos pájaros cavilan entre cielo y tierra

La gente se molesta con sus hábitos nocturnos

Cunde el ruido pegajoso y rítmico

No se puede ir contra la noche

Aunque el día nos cegará con su luz

El amor lo inunda todo

Y a veces la noche hace lo mismo

No se puede ir contra la noche.

Calles simultáneas se van para siempre

Lo oscuro es decir adiós y mirar hacia atrás

Tu interés pausado me derriba

Lo tremendo es el miedo que tengo de sentir tu ternura

Lo terrible es saber que no se vuelve

Integral fue tu ósculo admirado y volátil

Como a tus ojos de cordero manso

Me levanto en pos de verte una vez, sólo una vez más.

La vaca sonríe desde la mesa

He de comprar calcetines que conozcan otros países

Cambia insólita la tarde neblinosa

Tu escudo de familia por otra parte

Se corta con un cuchillo suave

La etérea cortina suspendida

Entre tu corazón y tu cuchara

Entre tu corazón y tu rostro

Son los sones que carga el mediodía

Para acordarte que mañana es mañana,

Por ahora no saltes fuera de tu paraguas

Puedes quedar al margen del paseo por las estrellas

Cánticos lejanos se levantan

Haciendo señas

Vuelven el rostro mortecino

Con alas quemadas y purulentas

Vagan los indios onas y yaganes

En sus frágiles canoas de árboles eternos

Van hacia las aguas del olvido

Navegan hacia el mar de la muerte

Donde encontrarán nuevas formas de amar

Y de cocinar el pescado furibundo

Las aves acuáticas y frías les siguen

Les siguen porque son parte de ellas y su paisaje

Cómo serán las mañanas heladas y neblinosas

En que sólo cabe la paz y el silencio

La guerra y la muerte pacífica

El dolor bienvenido

El sol apenas

Contrario a lo que creas

Yo fui marinero de esas aguas puras.

Contrario a lo que creas o que pienses

Yo navego a donde quiero

Me basta un lápiz y voluntad

Me basta nacer sin descanso como el sol

A veces molestan las nubes, se adelantan

A veces las cosquillas de la muerte son incómodas

Las rechiflas del diablo son a toda hora

Que importa que renieguen de uno

Si ese uno es aún uno

Si es aún algo en esta tierra

Un montón de células organizando un mitin

Un laboratorio cargado de deseos y sueños

Un barco colmado de preguntas, goteras de bondad, indignación,

Yo navego a donde quiero

Sin moverme

La música es un fantasma

Que baila a solas y me atrae

Gira mi alma y la retuerce

Con veintemil colores sentados a mi puerta

Con dragones rosados y solemnes

Jurando no dañar a nadie y se sacan las garras

Guantes de terciopelo se ponen y me levantan

Algo que suene me sacan y se llevan los latidos

Se los llevan y quedo más vacía

Que guitarra suspendida en el aire.

Raras cosas ocurren en el día

Como ser que a alguien se le suicida el gato

O que éste muere de sida, el gato

Y los aviones ya no tienen portaaviones

Quizás las avionetas han coqueteado con ellos

Yo no pretendo establecer nada

Sólo sé que hoy día nació un niño

Y no hubo fiesta.

Francamente nunca quise ser poeta

Nunca quise nada o quería ser demasiadas cosas.

Pero el asombro estaba en mí

La exageración culminante estaba en mí,

El drama, el éxtasis me regían

Así tengo toda la gama de colores y dolores metida en mi piel

Y soy pasto, soy ave, insecto, soy caballo,

Araucaria y también de repente no soy.

Montada en un caballo blanco se acerca tímida y me rodea

Costea y revolotea cerca de mi cabeza,

La espanto como un mosquito de verano

Y vuelve con sus insinuaciones de enamorada

Yo no voy a estar triste,

Huye de mí que te mato

Dos veces si te hace falta

Y al liberarme de tu influjo insostenible

Pierdo la emoción de ser esclava del pasado.

Escudriña el vestido del tiempo

Agarrado a mi falda de porcelana

Aferrado a mi pasaporte galáctico

Calzo mis zapatos voladores

Hundo mis manos en los bolsillos cósmicos

Me adelanto en la dimensión escogida en el ojo

El universo interminable me da la mano

Rotas las veredas del espacio se allegan

A los tristes seres sumergidos

En preguntas inútiles, en tareas inútiles

En que las uñas terminarán violetas

Y las caras de la moneda

Pasarán a la historia como heroínas

En cambio, el noble pucho recogido en la calle

Será pisoteado por el torturador de turno

Inyectadas de polen las pupilas

Infectadas de penas las heridas

Marchítanse en pensamientos fúnebres

Esa lucha incoherente entre seres

Aparece en la maleza un baquiano, un ser extraño, un tunante

Talagante se sumerge en la bruma

La espuma brota de tu oído medio

El tedio inunda la bañera

Espera que venga la dócil oveja

Oreja escucha melodías

En días de corta suspensión

Canción de versos clandestinos

Mortecinos caen las telarañas

Pestañas en tus manos primorosas

Amorosas son las aves blancas del cielo

Anhelo un traje de fiesta colorido

Se han ido las cosas más tendenciosas

ociosas de puro elasticismo

Modismo sólo queda en las cosas

Furiosas de pura vulgaridad

Maldad contenida en la bravura

Blancura que sólo te da el detergente

Urgente se necesita un clavo

Octavo verso que no se entiende

Atiende lo que se te ha dado.

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