Liberache

En las antípodas del tiempo
el vuelo del ave se remonta demasiado rápido
las carcajadas de la montaña se hacen más potentes
ni siquiera se escucha el viento arremolinado
sobreseídas ciertas palabras
dejan la soledad cada vez más lejos.
Quizás, ya no tengamos más minutos de veneración
sólo sufrir y no regresar.
Las rayas del cuerpo se han convertido
en rayos de luz.

Suele crecer la aurora boreal
en tus labios.
Suele caer un arco iris en tus cejas
Acostumbras mover el mundo hacia tus pies
Dos manos te reclaman desde la orilla del cielo
Reminiscencias y recuerdos zarpan en el buque
Que se divisa en el horizonte difuminado.

El abrazo del día

llega con gusto a sol matutino

se presenta con zapatos de rápidas sacudidas.

Mas, asoma la nube,

el pero del día con sus contradicciones

y

ya no quiero abrazos,

ni soles

ni zapatos

sólo quiero esos besos que extravié en ese sueño alucinante

que alguna vez se llamó

amor.