Ella, La Maja
Para ti
mi casa la construí con puertas fáciles,
sólo mueves un biombo de flores
y pasas.
Te diriges al cuarto que te apetezca,
La ventana que te saludará es amplia.
También es para ti.
Desde allí contemplarás el paisaje más hermoso que recuerdes.
El sillón mullido te hará señas
y te envolverá tibiamente como mujer perfumada y felina,
te invitará a recordar algún momento sensual,
te invitará a leer o lo que quieras,
allí está para ti
luego si deseas comer algo
lo que no te hace daño está en mi cocina
compuesta de vegetales como en una selva
estiras la mano y tienes la fruta
tienes el pan
cultivado por mí
amasado por mí
para ti.
Ahora si deseas dormir o escuchar música
nuestros gustos son similares.
El dormitorio está plagado de estrellas matutinas y nocturnas,
la luna más esplendorosa te espera
y si no deseas nada de aquello
cierras la cortina pesadamente oscura de la noche,
la paz sobrevendrá a esta pieza de meditación y extravíos amorosos
en un sueño profundo y reconfortante como el de un niño acariciará tus sienes.
El baño
aunque la austeridad es mi sello
he dejado jabones exóticos y sales aromáticas por si deseas bañarte,
y toallas muy suaves para esa piel que cubre lo mío.
hay cuatro llaves
agua de mar,
agua de la tierra,
de vertientes andinas
y cataratas australes.
El patio
está lleno de árboles frondosos,
sacados de ese cuento que leías en tu niñez,
de quintas que soñaste con producir,
pobladas de flores y pájaros.
Hay silencio, una pileta pequeña, arrullo y ruidos
por doquier si lo deseas,
es para ti.
Disculpa,
Voy a estar ausente,
Mi presencia estará no sé exactamente en que sueño
pero éste, te lo regalo.
Ah, se me olvidaba
las paredes,
encontrarás pinturas, homenajes a tu obra
y algunas fotos de mi rostro
que te gustó alguna vez.
Otra cosa,
si sientes soledad
no tienes más que desearlo
y vendrá a hacerte compañía,
ella
La Maja..
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Trenes sin estación
No hay.
No existe más que el amor que se puede escribir.
Para vivirlo se expande el universo
ante tu paisaje
ante los fuegos, esos dos fuegos
ante tu estatura.
Es tuya tu figura pero ahora me pertenece
tomo posesión de tu territorio amor.
Te tomo al amarte ahora
cuando los trenes han quedado sin estación
y sólo hay un lamento de árboles latiendo.
El río baja hacia la oscuridad de la noche
así como mi sangre
hacia tu molécula más íntima
que te mueve hacia mi
como planta sedienta.
Frenos pondré
no resultan al restallar las estrellas
y las cosquillas que guarda mi falda
no puedo olvidar que mañana no existiremos
y que quedará de la inmanencia del tiempo?
en que tuvimos en la mano todas las respuestas
al por qué estamos aquí.
La realidad fugaz y esquiva
como un sueño que no alcanzo
me dice que tú eres en esos caminos solitarios
el abrigo, el puente,
el contacto con el cielo,
en que yo mínima y oscura
busco a ciegas una salida
pero me dejas sola
y no hay nada que repare tu ausencia.
Posted In (extracto), De Poemas en el Café | 0 comentarios |
La poesía provoca
La poesía provoca hambre.
Algunos conocieron al poeta que vivía sin comer
la poesía lo mató,
enderezaba vientos.
Otros conocieron al poeta que en plena dictadura
reclamaba sueldo.
lo declararon loco, más bien recibió bofetadas de sorna e indiferencia.
Otros me conocieron a mí
que no tengo sueldo, no como,
y sigo la faena de ayudar a enderezar el viento.
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Alquiler
mis manos
mis pasos.
La selva de inversión se tragó todo
quedé transformada en cemento y número
mis sueños reclamaban desde las ventanas
agitaban pañuelos desde su territorio marginal.
Pero no pude volver atrás
había vendido mis pasos.
Miré y todavía brillaba algo en mis manos callosas.
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La Virgen se oculta en las calles
Virgen de las esquinas
R. por N.
Virgen de la calle vieja y sucia
R. por N.
Virgen de las mujeres golpeadas
R. por N.
Virgen de las mujeres mal amadas
R. por N.
Virgen de las mujeres ingenuas
R. por N.
Virgen de los marginados
R. por N.
Virgen de los niños expulsados a la calle
R. por N.
Virgen de los esquizoides
R. por N.
Virgen de la gama de neuróticos y sicóticos
R. por N.
Virgen de los ateos
R. por N.
Virgen de los apáticos
R. por N.
Santos de la calle
Santos indigentes
Rueguen por nosotros.
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Autorretrato
Un astronauta
lleva un abanico japonés
el sol de primavera bajo las bungavilias
recorre en bicicleta antigua aquel magnolio de Julio
para plantar una flor de maravilla.
Un pez anhelante de corales rosa
sueña con vivir en un zapato viejo
pero esa lágrima sin derramar
en el ojo amante
con pincel cromático
es pieza iluminada de voces serenas
en ambiente de terciopelo se instalan un plato de madera y una taza de greda.
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Astrigente para recuperar la calma
Al fin se atrevió
A caminar sin cabeza
es cómodo y liberador
aunque es triste verle allí en la esquina
embrollándose con sus atados de sueños
faroles de amor
entre terrenales y místicos
bailándole encima
en el intento fatal
en el intento universal de evolucionar
para terminar con espanto
en configurar la visión de una araña
que teje siempre lo mismo.
Del libro inédito ">“Pisadas en la arena”, 1992-1997
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Sólo hay un día
Solo hay un día en que tropiezo con la palabra nosotros.
acude torrentosa como manantial detenido largo tiempo
abraza como esporas.
Multiplíca ese espacio clandestino en que no hay poder ni posesión
sólo la palabra
donde la libertad peregrina se detiene a curiosear
en medio de algún libro antiguo
del que se precipitan flores secas, libros sin escribir,
mientras el reloj asustado hostiga y aguarda el minuto de interrupción más honda que desbarata esa palabra con el desparpajo de la muerte.
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El Juego de Venus
EL JUEGO DE VENUS
El golpe de la sangre, el latido acelerado, muchas gaviotas han emprendido el vuelo.
El cielo se despeja de nubes, las ropas caen, el amor largo tiempo contenido
es abrazo intenso que no abarcará nunca lo que tiene que abarcar.
Se enfría el viento, siguen cayendo las hojas, los árboles lagrimean,
Venus arranca de uno de los dos corazones, bromea como siempre, desde ese momento el encuentro se torna insípido.
Venus ríe juguetona desde lejos.
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Poema para el Café y otros aditivos
POEMA PARA EL Café
y otros aditivos
1
El café suple algo que me falta.
No sé si es la costumbre de tener el ánimo arriba de un árbol
o es que posee algo de amistad cálida que me recorre la médula.
Acaso reemplaza algún tejido cerebral que se extravió
en la preocupación de turno y
trata de reconfortarme sublimando amores inconclusos
gravitantes en los ávidos recodos del viento.
No lo sé, pero
reconozco alguna energía de bastón más o menos dañino,
que hace por mí lo suficiente como para perdonarle su tóxico veneno.
2
El hastío suele introducirse por mis faldas
después de transitar en alguien más cansado que lo ha dejado flotando
a la espera de una distraída sin defensa
se cuela silencioso y transparente como un virus y lo intenta todo
para cruzar las capas de esta existencia y lograr que renuncie al mundo para dejarlo a otros que verdaderamente merezcan quedarse,
entonces mi mano vacilante abre el estante y detestando las drogas ingiero
un tapsin período.
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Desayuno (dedicado a R.E.M.A)
anuncio de su presencia.
Lentamente,
sus manos, como sus pasos
se mueven y despejan cortinas, horas y silencios.
El milagro de sus ojos nonagenarios
contemplan sorprendidos otro día.
Su cuerpo absorbe sol del té
la vida acontece iluminada
esa palabra insiste
en su materia presente durando.
Y antes que arranque mis ojos de lluvia
estampo dudas y certezas de la presencia de luz ignorada.
El desayuno
momento único nunca repetido
en que aún escucho los sonidos amados
preciso como minuteros del reloj
mi labor cumbre es sellar este día en que no se apagarán.
Porque la poesía sirve para algo
como triturar rutinas y buscar verdades,
aunque esta búsqueda sea el intento colosal
de capturar trofeos de neblina
asiendo con las manos ávidas esculturas de arena.
Así y todo
Madre hoy eres eterna en este poema
antes que te vayas, antes o después de mí.
San Pedro de la Paz, 3 de Julio 2007.
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El día que me convertí en guitarra
El día que me convertí en guitarra
exhalé un sonido ajeno a lo terrenal
altísimo y potente que despertó ángeles y algunos demonios.
El día que me convertí en guitarra
alcé mi diminuto cuerpo
fuera de este mundo como un cohete lunar.
El día que me convertí en guitarra
los dedos musicales
se posaron en las cuerdas y fueron despertando notas como quien despierta volcanes acallados por largo tiempo.
El día que me convertí en guitarra
sos dedos musicales se posaron en mis tensas cuerdas
y arrancaron música apasionada de fuego abrasador.
El día que me convertí en guitarra
supe que para sonar bien,
el pulsador tiene que ser delicado, experto, intuitivo,
para convertirnos en un dúo único.
Porque ese día, la guitarra, las notas, los dedos se hicieron música de confines que alcanzaron el oído de los esquimales
y sin que mediara espera como sólo puede hacerlo la música,
atravesaron profundas aguas hasta llegar a los últimos onas y alacalufes.
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(La sombra interna intenta lo suyo)
La lluvia desde adentro amenaza.
No hay por qué
algunos días
no hay verdad ni mentira
sólo el silencio blanco
que viene hacia mí
hasta aturdirme
en sueños amenaza matarme
y que puedo hacer
esperar el siguiente turno.
Entonces dejo de ser agradecido
y me convierto en algo informe
fatuo y estúpido.
La congoja me coge con sus manos que sofocan
cierta pena marcha insegura desde lugares que desconozco
y vienen para reventarme
un poco más, un poco más
La noche avanza con sus lupas de plata
busca corazones solitarios
y los imanta para sí.
de ellos se alimenta
y se dice no romántica
y que pasará después
cómo puedo saberlo
solo sé que estoy embargada de vida
y de mil soles que se agitan
de vientos y retruécanos sin sentido
y mi brújula cada vez la entiendo menos
se va envuelta en luces fatuas
en letreros luminosos que dejé de ver hace mucho tiempo.
Busco en la montaña el silencio
que informe algo de mí
algo de lo aprendido
y no avanzo, al contrario
me siento cada vez más confusa
más perdida más extraña,
no soy de aquí, sólo estaré un tiempo.
Siento que he perdido algo y lo tengo todo
que calma llega después del cansancio.
No hay serenidad si no ha habido perturbación
No cabe más en este momento
está ahíto de instantes y puede estallar
no quiero irme en ese estallido
pero sería armonioso
Hoy temo dormir, tal vez sea la última vez.
Qué pasa por dentro, cómo entender que soy
qué hay en mi!!
Algo se mueve, algo está vivo
soy yo y no me doy cuenta
que sí, que estoy viva
tomo conciencia que soy un universo
y que en mí están todas las respuestas
todos los paraísos y los infiernos
sumergidos en mis venas
Y quisiera saber
Y quisiera saber
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Poema rescatado del polvo tiempo del tiempo olvido
zarparon besos hacia la claridad del arco iris.
Aún así,
La gotera triste continuó
y
aunque
llega desde muy lejos el ruido de ese tren nocturno
que lleva equipajes de sueños a medias,
te dejaré ir con mi felicidad a cuestas.
Mi vida no te olvidará,
por eso
he preferido el triste amanecer
a la claridad mortecina de tus ojos.
Oh! Cuán frágil la vida como los sentimientos.
Y la gotera no cesa
haciéndome recordar que algún día ya no recordaré
aquellos recuerdos.
Escrito mucho tiempo atrás, rescatado febrero 2007.
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Serie fakires 2
SERIE FAKIRES,
La vida es flaca
Es larga y tiene los bolsillos rotos
Por ahí escapa en cuanto puede la felicidad
En búsqueda de su eterna amiga
El libre albedrío
La libertad.
La vida es flaca
Tiene los bolsillos rotos.
Hazte la lesa no más,
Planta plantéate
Con botas relucientes
De cargas escuálidas,
Con baterías inéditas,
Franquea puertas,
Come chalinas azules
Absorbe asteriscos íntegros
Puerco espines del aire
Rollizo bolsón del viento
Cuadros abstinentes abstente
Magras allende el mar
Mugres allende el polen
Resurge la infiltración de poder
De cacarear como quieras
Incluso como mujer
No es grato, es existente
Y excitante.
Soplo a veces la oreja
La gran oreja cósmica
La que escucha aquel artista musical
Captando el sonido que iba de la mano del viento número catorce
El que aprieta la garganta del aire
El aire funciona siempre
No se agota, sólo se ensucia,
De gente, de máquinas.
El aire envejece gracias a uno
uno rejuvenece gracias al aire
Energía emerge de mí como de un tobogán, rápido plácido,
Elegante, discretamente taciturno
La melancolía se cuela por los hoyos del ¤.
por la putrefacción de las esquinas
instaladas en la noche drogadicta
que gusta de tragar sangre joven,
absorbiendo sueños de niños,
de tratamientos craneales,
de protuberancias absortas en la idea
en la noche recogida en moños estelares,
en seculares libros amarillos,
en bibliotecas mortecinas de relojes.
De manos insólitas buscando barcos hechizados de horizontes,
Flaquean las piernas en el muelle delirante,
Tras el navegante arcaico.
Cogen sutiles cartas ahítas de tiempo y camino, robando aventuras
A islas temerosas,
A coyotes empujados al abismo
Despedazados en rocas marinas,
Muertos en acantilados nocturnos,
Rotos los bolsillos enfrenta rostros neutros,
Que sigilosos vuelven los párpados
Hacia la luz victoriosa
Mientras lunas oscuras cargan las espaldas insolentes
Rogando para que no se muevan las serpentinas del caos.
Enrolladas las cortinas del teatro
Cupen miles de calcetines en algunos hoyos del agujero inventado.
En cuanto se puede se pasa este vertiginoso alud de remezones,
De nubarrones costilares, coscolares, rubilidantes, aciditantes,
Más que inquisiquietante.
Días agrietados por la pudrición del ambiente,
por la costra inmediata de la madera,
Urge iniciar plegarias y abrir cortinas de colores,
Furiosas tonalidades que intimiden la tristeza, la soledad pedida.
Urge soñar en tutelares pirámides en que todo converge
a la unidad armónica universal,
En que la música es superior, en que gana siempre la luz.
Urge esperanza hasta las cavidades más negras de los túneles individuales,
De los hoyos negros del corazón.
Urge vivir de verdad y no a medias,
Desenrollando latidos emocionados, latentes estupores y asombros,
Donde el prado, el mar sean tan benignos como se ven,
Las montañas se puedan montar tan fácil como se ven.
Es bueno tomar aviones rumbo al deseo al fin encontrado.
Es bueno escuchar noticias distintas que hablen de algo que no sea de fracaso social,
que no sea desgracia individual.
Es bueno inventar televisores ingenuos y poéticos en que podamos asumir
Un pequeño grado de felicidad estelar y gótica.
Es bueno recibir cartas con rayas de colores que traigan un aroma africano
o guatemalteco, donde te anuncien tu renuncia a la frustración,
tu ascensión a la capacidad mayor de quererte un poco más cada día.
Cabe en las manos lluvias de plata,
El smog desalojado de los pulmones se retira al abismo para no dañar.
Cabe en las manos millones de dudas que vuelven el rostro hacia esferas cargadas de casualidades,
en las que mis zapatos pasean libremente por costaneras de luz y ¤,
en que el ¤ se toma de tu mano y susurra una calidez desconocida.
Cabe en las manos cúmulos inertes de esperanzas rotas que no se cansan de esperar resurrección en el próximo aliento de la línea transversal del trópico.
Cabe en las manos todos los tropiezos que enseñan a vivir,
Aunque se sufra una larga espera y un desencanto
frente al mar frío y oscuro.
Cabe en las manos todo lo que tú quieras, todo lo que quieras y querrías para siempre,
Siempre y cuando acuerdes conmigo en que
Cabe en las manos aquello que deseas
Siempre y cuando te atrevas a escribir
cuando una parte te dice no y otra sí, como siempre,
Siempre que quieras.
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Serie faquires 1
Serie faquires
Ritos en que me derrito
Faquir de guata,
Carga de plumas
Comiendo avellanas sin pelar,
Carrocería armada
Benz ven
Carga descargada
Herrumbre en la lumbre
Pelícanos en una película
El té es tuyo
Te digo es tu té, punto.
Ya se sabe, la vida es corta,
Más parece una torta
Come lo que no debe
Lengua lesa y prisionera
La casa se hace prisionera
De sus hábitos y ruidos
La vida es larga
Cuando resulta amarga
No bebas ese veneno
Lengua torpe y lesa
Puede edificar mucha felicidad
O toda la infelicidad.
Las llamas se apagan acomplejadas
Han divisado las estrellas
Réquiem a las llamas
La casa parte volando
Hacia un paisaje ilusionado
Las fechas avanzan atléticas
Réquiem a las deudas
Rompe la cadera del mar
Ruge el animal que hay en el viento.
Faquir de punta
Irrumpen costras de antiguas heridas
Raras aves sobrevuelan el espíritu
Calcinados sueños publicaré mañana
Colas de burro en mi pasado reciente
Colas de pavo en mi pasado antiguo
Filosóficas flaquezas de la estirpe.
Prometeo y sus monstruos
Hamlet y sus monstruos dentro de Hamlet
Huye de tus enemigos
Imposible si eres tú mismo
Tu mejor enemigo eres tú mismo
Tu ayudante y manager
Los fracasos te los fabrica tu enemigo
Detéctalo a tiempo
A aquel que te observa en el espejo.
Cenizas es una bonita palabra
Maquillada para hacer morir la primavera
Y sacrifican poetas torrenciales
Que buscan dormir en el Olimpo
Nunca les creas a los literatos
Son más mentirosos que los empresarios
Lo único que es auténtico, la belleza
Ésta gotea desde el árbol de cristal
De la intuición y la destreza del pensamiento
Es un juego serio jugar
A unir palabras poseedoras de existencia y gotas de verdad.
La vejez empieza como el invierno
Se niega a retirar sus tentáculos de agua
Se zambulle en uno y pasea
La derribo con una escoba de dinamita
La ofendo y agredo y permanece inconmovible
La hago dormir, pero sólo cierra un ojo
La aplasto y se levanta mil veces
La derrito al fuego y reaparece en una esquina sonriendo
La elimino pero hago lo mismo conmigo.
Qué figura en tu infancia
No es caso un tren proscrito por el viento
Un diario de vida atosigado de rutina
Un par de alas cortadas antes de nacer
Qué figura en tu infancia
Si no es un juguete sucio y pequeño
Una puerta sin pintar, un baño de hoyo
Una gotera, que insiste en asustar los cuentos más bellos y solitarios
Qué hay en tu infancia que sea digno
Una madre dulce, un pan dulce
Un delantal blanco con vuelos, una revista Walt Disney
Una ventana de confites, una piedra gigante
Un juego sin amigos
Un recuerdo vacío e ingrato
Un deseo de no volver más que a la pureza,
Sólo a ella, a mi madre, pero no al espacio.
El sueño aturde mis manos
La casa me cae encima, cansada
Las células tratan de cerrarme los ojos
El lápiz se detiene curioso
Cavan los latidos mis energías
Bambolean mis neuronas inertes
Cierran el paso a los circuitos
Mis órdenes son aplazadas
Algo reclama libertad
Algo reclama soltura y almohada
Mientras la lluvia continúa su mandato
Humedecer la tierra hasta que calme su sed de ebria
lluvia insensata y plañidera.
Algún indio es llorado
Alguna montaña fue destruida
Por eso las nubes están de duelo
Hasta deshacerse y desaparecer
Rápidos sonidos cabalgan la noche
Curiosos pájaros cavilan entre cielo y tierra
La gente se molesta con sus hábitos nocturnos
Cunde el ruido pegajoso y rítmico
No se puede ir contra la noche
Aunque el día nos cegará con su luz
El amor lo inunda todo
Y a veces la noche hace lo mismo
No se puede ir contra la noche.
Calles simultáneas se van para siempre
Lo oscuro es decir adiós y mirar hacia atrás
Tu interés pausado me derriba
Lo tremendo es el miedo que tengo de sentir tu ternura
Lo terrible es saber que no se vuelve
Integral fue tu ósculo admirado y volátil
Como a tus ojos de cordero manso
Me levanto en pos de verte una vez, sólo una vez más.
La vaca sonríe desde la mesa
He de comprar calcetines que conozcan otros países
Cambia insólita la tarde neblinosa
Tu escudo de familia por otra parte
Se corta con un cuchillo suave
La etérea cortina suspendida
Entre tu corazón y tu cuchara
Entre tu corazón y tu rostro
Son los sones que carga el mediodía
Para acordarte que mañana es mañana,
Por ahora no saltes fuera de tu paraguas
Puedes quedar al margen del paseo por las estrellas
Cánticos lejanos se levantan
Haciendo señas
Vuelven el rostro mortecino
Con alas quemadas y purulentas
Vagan los indios onas y yaganes
En sus frágiles canoas de árboles eternos
Van hacia las aguas del olvido
Navegan hacia el mar de la muerte
Donde encontrarán nuevas formas de amar
Y de cocinar el pescado furibundo
Las aves acuáticas y frías les siguen
Les siguen porque son parte de ellas y su paisaje
Cómo serán las mañanas heladas y neblinosas
En que sólo cabe la paz y el silencio
La guerra y la muerte pacífica
El dolor bienvenido
El sol apenas
Contrario a lo que creas
Yo fui marinero de esas aguas puras.
Contrario a lo que creas o que pienses
Yo navego a donde quiero
Me basta un lápiz y voluntad
Me basta nacer sin descanso como el sol
A veces molestan las nubes, se adelantan
A veces las cosquillas de la muerte son incómodas
Las rechiflas del diablo son a toda hora
Que importa que renieguen de uno
Si ese uno es aún uno
Si es aún algo en esta tierra
Un montón de células organizando un mitin
Un laboratorio cargado de deseos y sueños
Un barco colmado de preguntas, goteras de bondad, indignación,
Yo navego a donde quiero
Sin moverme
La música es un fantasma
Que baila a solas y me atrae
Gira mi alma y la retuerce
Con veintemil colores sentados a mi puerta
Con dragones rosados y solemnes
Jurando no dañar a nadie y se sacan las garras
Guantes de terciopelo se ponen y me levantan
Algo que suene me sacan y se llevan los latidos
Se los llevan y quedo más vacía
Que guitarra suspendida en el aire.
Raras cosas ocurren en el día
Como ser que a alguien se le suicida el gato
O que éste muere de sida, el gato
Y los aviones ya no tienen portaaviones
Quizás las avionetas han coqueteado con ellos
Yo no pretendo establecer nada
Sólo sé que hoy día nació un niño
Y no hubo fiesta.
Francamente nunca quise ser poeta
Nunca quise nada o quería ser demasiadas cosas.
Pero el asombro estaba en mí
La exageración culminante estaba en mí,
El drama, el éxtasis me regían
Así tengo toda la gama de colores y dolores metida en mi piel
Y soy pasto, soy ave, insecto, soy caballo,
Araucaria y también de repente no soy.
Montada en un caballo blanco se acerca tímida y me rodea
Costea y revolotea cerca de mi cabeza,
La espanto como un mosquito de verano
Y vuelve con sus insinuaciones de enamorada
Yo no voy a estar triste,
Huye de mí que te mato
Dos veces si te hace falta
Y al liberarme de tu influjo insostenible
Pierdo la emoción de ser esclava del pasado.
Escudriña el vestido del tiempo
Agarrado a mi falda de porcelana
Aferrado a mi pasaporte galáctico
Calzo mis zapatos voladores
Hundo mis manos en los bolsillos cósmicos
Me adelanto en la dimensión escogida en el ojo
El universo interminable me da la mano
Rotas las veredas del espacio se allegan
A los tristes seres sumergidos
En preguntas inútiles, en tareas inútiles
En que las uñas terminarán violetas
Y las caras de la moneda
Pasarán a la historia como heroínas
En cambio, el noble pucho recogido en la calle
Será pisoteado por el torturador de turno
Inyectadas de polen las pupilas
Infectadas de penas las heridas
Marchítanse en pensamientos fúnebres
Esa lucha incoherente entre seres
Aparece en la maleza un baquiano, un ser extraño, un tunante
Talagante se sumerge en la bruma
La espuma brota de tu oído medio
El tedio inunda la bañera
Espera que venga la dócil oveja
Oreja escucha melodías
En días de corta suspensión
Canción de versos clandestinos
Mortecinos caen las telarañas
Pestañas en tus manos primorosas
Amorosas son las aves blancas del cielo
Anhelo un traje de fiesta colorido
Se han ido las cosas más tendenciosas
ociosas de puro elasticismo
Modismo sólo queda en las cosas
Furiosas de pura vulgaridad
Maldad contenida en la bravura
Blancura que sólo te da el detergente
Urgente se necesita un clavo
Octavo verso que no se entiende
Atiende lo que se te ha dado.
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