El abrazo del día
llega con gusto a sol matutino
se presenta con zapatos de rápidas sacudidas.
Mas, asoma la nube,
el pero del día con sus contradicciones
y
ya no quiero abrazos,
ni soles
ni zapatos
sólo quiero esos besos que extravié en ese sueño alucinante
que alguna vez se llamó
amor.
0 comentarios